En este domingo nos alegramos al presentar el cartel anunciador de las próximas fiestas de nuestra Parroquia en honor de su titular, María Santísima en el misterio de su Inmaculada Concepción. En el presente año lo hacemos de una forma especial, pues comenzamos a celebrar que María lleva 200 años acompañándonos en la imagen que actualmente veneramos. Doscientos años han pasado desde que Antonio Monteverde y Rivas y algunos relevantes de su tiempo encargaran la imagen de la Inmaculada Concepción que se venera en nuestra Parroquia. Doscientos años que tanto nosotros como nuestros antepasados han puesto rostro concreto a la Madre de Dios en esta bella escultura. Doscientos años desde que el arte y el ingenio de Angelo Olivari nos regalasen las manos y la cara materna que nos ha acompañado en tristezas y alegrías, en éxitos y en fracasos, en sufrimientos y esperanzas. Por eso mismo, el lema que hemos querido escoger para este año es “María, primera peregrina de la Esperanza”. El centro de este cartel no puede ser otro que esta bella imagen, rodeada por las estrellas que forman su aureola. Nos recuerda este cartel, con su sencillez y su profundo significado, a aquella oración que elevó al cielo San Bernardo de Claraval: “¡Oh tú que te sientes lejos de la tierra firme, arrastrado por las olas de este mundo, en medio de las borrascas y de las tempestades, si no quieres zozobrar, no quites los ojos de la luz de esta Estrella, invoca a María! En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. No te extraviarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiende su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si Ella te ampara.”
Junto al cartel anunciador de las próximas fiestas en honor a la titular de nuestra Parroquia, presentamos también el logotipo que acompaña a este bicentenario. Un diseño sencillo pero muy significativo. Las manos que tanto consuelo nos han proporcionado junto a las estrellas de su corona protagonizan este emblema. Destaca además el número 200 en alusión a la fecha de hechura (1824). Los colores azul y dorado representan la pureza de María y su gloria celeste, de la que es poseedora en virtud de los méritos de su hijo Jesucristo.
Agradecemos el trabajo de Damiroal en el diseño de este bello cartel y en su buena disposición siempre para con nuestra parroquia. Preparemos con alegría esta fiesta entrañable en honor de nuestra Amadísima titular.